¡Un cuento diferente!
Había una vez una aldea apartada en la montaña.
Los niños de aquella aldea iban a una escuela muy bonita, llena de árboles y plantas con flores de todos los colores.
Un día, la maestra de aquella escuela quería dar una sorpresa a sus alumnos y quiso inventarse un juego.
La señorita Laura, viendo todo aquel colorido en el jardín del colegio pensó en hacer un juego en el que estuvieran sus cuatro colores favoritos, el rojo, el verde, el azul y el amarillo.
A continuación, la señorita Laura dijo:
- ¡Ya sé! Haré un juego de cartas en donde aparezcan el color rojo, verde, azul y amarillo. ¡Son mis favoritos!
Así que, la señorita Laura se puso a trabajar y terminó el juego.
Al día siguiente, en la escuela, la maestra dijo:
¡Chicos! Tengo una sorpresa, me he inventado un juego de cartas.
En este juego, aparecen los colores rojo, verde, azul y amarillo y cada color tiene cartas del 0 al 9.
También hay cartas que hacen cosas mágicas.
Cada jugador tendrá 7 cartas al principio del juego y ganará aquel jugador que antes se quede sin cartas en sus manos.
El jugador que se quede con una carta y esté apunto de ganar, debe avisar a los otros y decir "UNO" en voz alta.
Venga, vamos a jugar por grupos.
Los niños se pusieron muy contentos y jugaron y jugaron durante días a este maravilloso juego.
Desde entonces, esta aldea se conoce con el nombre de la aldea número UNO.
Colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
